compañeros soy jenn y soy neurótica

Desde niña para mí ha sido muy difícil hablar con personas, ya sean mayecir, que no tengo la capacidad de poder expresarme, me siento vulnerable y expuesta.

Cuando me ha tocado hablar en frente de un público, por algún motivo eso cambia, me siento con poder y las palabras fluyen de manera natural, lamentablemente pocas han sido las veces que he tenido que hacerlo.

No importa el motivo de la conversación, ya sea en una discusión de temas de actualidad, política, religión, para pedir, comentar, o sugerir. Repaso las palabras en mi cabeza una y otra vez, busco maneras de decirlo, incluso imagino los gestos que debo hacer, siento que lo tengo todo planeado y bajo control, pero el momento de emitir el primer sonido, los nervios me invaden, las palabras se borran y en lugar de lo planeado, empiezo a soltar una retahíla de incoherencias muy difíciles de entender, me recorre un frio por todo el cuerpo, la respiración se me agita, los ojos parece que se salen de sus orbitas, y es inevitable el sentimiento que viene acompañando a esta situación, la vergüenza, frustración y esa sensación de que todas las miradas están sobre mí, dándose cuenta de lo incapaz que soy.

Este miedo ha venido acompañándome desde que tengo memoria, por esto me he perdido de poder entablar conversaciones interesantes, la oportunidad de conocer personas, de hacer amistades, inclusive de conseguir trabajo. Por eso yo prefiero evitar cualquier contacto verbal con personas, sobre todo con desconocidos. Incluso siento rechazo a hablar por teléfono, yo no contesto si el numero no esta registrado. Esto es algo que en verdad me causa mucho sufrimiento.

En NAEL cada dia que paso a la tribuna, que coordino una junta, que puedo regalar mi experiencia a algún compañer@, me voy ejercitando, para poder hablar con las personas ahí afuera, ya he tenido la experiencia, y algo que siempre me ha ayudado es recordar lo que me regalan aquí en mi agrupación “NO PASA NADA”, si llego a equivocarme, debo seguir intentándolo. Tengo la oportunidad de curar mis miedos, para poder ir libre de todas esa ñañaras que me genera la mente, puedo trabajar en mejorar mi autoconfianza y autoestima, he visto resultados en mi, aunque aun debo trabajar muchísimo, es un camino largo, pues la enfermedad a estado conmigo desde el principio de mis tiempos, pero yo debo echarle acción a mi recuperación cada día, de 24 horas en 24 horas, hay 24 que la enfermedad me quiere ganar, pero ya cuento con un lugar en donde venir y depositar todo el sufrimiento y llevarme tranquilidad diaria.

Si te sientes reflejado con algún testimonio, te invito a que puedas darte la oportunidad de conocer este programa, que por muchas 24 horas ha sido lo que me ha salvado la vida.

Muchas gracias por el servicio,