«El sentimiento de culpa me está matando»

Soy César de 53 años,  miembro del grupo de Neuróticos Anónimos en Línea, llegué al grupo el 23 de Octubre de 2013, después de tanto buscar y buscar ayuda o bien, ayuda psicológica,  por medio de internet.  Durante todo el año 2013 asistí a terapias psicológicas, quien me orientó, pero igual me sentía como al principio, no encontré ningún cambio benéfico  pues seguía deprimido y con ataques de pánico (sentir que voy a desmayarme y no volver a la vida después del desmayo, que sufriré un infarto, que me dará un derrame cerebral) y otros a veces vienen sólo sin causa justificada y  por situaciones que para mí son demasiadas difíciles de enfrentar, realmente sentir que no tengo fuerzas para nada.

Este estado de enfermo se agravó con la muerte de mi papá, a sus 74 años, en Septiembre de 2010, enfermó de una aparente gripe, yo tenía a la mano una medicina antigripal, de la cual no leí sus contraindicaciones,  y le dí dos tabletas, él empezó a hablar incoherente y lo llevamos  de emergencia al hospital.  En el hospital le hicieron muchos análisis, le mandaron a hacerse tomografías de la cabeza, mientras tanto lo llevamos al neurólogo,  el diagnóstico fue: Un infarto cerebral, inmediatamente le dieron medicamentos y se inició el tratamiento, pero nada, mi papá cada día peor, y se fue apagando, sentí un gran dolor,  dentro de todo este proceso, el neurólogo dijo que podría haber sido que las tabletas antigripales fueran la causa de la enfermedad,  el sentimiento de culpa me empezó a matar, mi papá hospitalizado, sin responder bien, al contrario cada día peor, ya no era un infarto cerebral, eran varios;  Un día al estar demasiado grave, el médico de su sala nos dijo que si sabíamos que mi papá padecía de alguna enfermedad pulmonar que si  fumaba mucho  ya que sólo el 10% del 100% funcionaban sus pulmones.  Mi papá tenía 25 años de no fumar, pero fumó durante 30 años, ¿cómo le habría dejado algunos órganos de su cuerpo la nicotina?,  en especial sus pulmones.  Pero eso ya no pudo borrar el gran sentimiento de culpa, yo siempre me sentí culpable de su enfermedad y de su muerte.

Yo viví con ambos padres toda la vida, hasta que ellos partieron, tenía un especial lazo con mi papá ya que todos los días compartíamos desayuno, almuerzo,  todos los días platicábamos, más aun con la muerte de mamá en 2006.  Él me ayudó muchísimo los últimos 30 años, al nacer mis dos hijas, él, mamá y los abuelos maternos, se dedicaron mucho a ayudar a la educación de mis hijas, fueron el lazo que más unió a las familias.  No era fácil, perder a cada uno de mis seres queridos, pero más aún a mi papá.

En fin, esta historia fue el detonante, de mi estado emocional, me derrumbé, viví más de 2 años, como zombi, haciendo mis labores cotidianas diarias, sólo por hacerlas, sin sentir la alegría de hacerlas, de vivir, y otra cosa más, me volví adicto a tomar pastillas ansiolíticas, relajantes, antigripales, antialérgicas, bueno si no tomaba de una, tomaba de otra, pero a diario tenía que hacerlo.

Gracias a Dios, llegué al grupo de Neuróticos Anónimos en Línea, y empecé a sentirme comprendido de igual a igual, ya que al oír las experiencias de cada uno de los compañeros del grupo, se parecían mucho a lo que me pasaba a mí,  por lo tanto, cuando abordé la tribuna, sabía que sí, me entendían,  y lo más importante: las sugerencias que me dieron, para llevar esta carga emocional de otra manera, a verla de otra manera, fue maravilloso. Aparte el desahogo que sentí al contar mi estado emocional sin pena de ser  juzgado o señalado y si bien comprendido.

Dos navidades, mi familia me extrañó, yo estaba hundido en mi autocompasión, durmiendo, yo no estaba para mi familia. Al llegar al grupo NAEL , en Navidad yo ya daba indicios de estar allí junto a mi familia, y así ya voy dando pasos, tal vez pocos, pero seguros para mi restablecimiento emocional, para el bienestar mío y de quienes me rodean. No digo que esté curado, ni mucho menos, pero al menos ya veo una luz en el camino, ya tengo herramientas para seguir adelante de manera más orientada o más serena, bajo el cuidado de mis compañeros y Dios (Poder Superior, para quién no crea en religiones).

Espero por mucho tiempo seguir compartiendo con los compañeros de NAEL e ir contra todo lo que no me parezca, que allí se vive, porque no todo es calma como en una familia, también hay problemas, pero hoy por hoy, enfrentarlos y buscarles solución y si no tiene solución, no pasa nada . Gracias por el servicio, 24 horas.