Hola soy Francisco y soy neurótico.
Siempre había tenido el concepto de que la violencia en el hogar solo era a través de los golpes, sin embargo, los peores golpes son las palabras, que duelen hasta el alma, que difícilmente se olvidan, que crean inseguridad y miedo.
Mis padres son personas muy poco afectivas, recuerdo muy pocas veces que me han dicho lo que sienten por mi, eso me ha hecho sentir poca cosa, que no soy digno del amor de las personas, me ha hecho necesitar afecto, todo ello me produce tristeza, dolor y soledad.
Para mi fue un gran dolor, que mi propio padre me dijera que nadie me iba a aguantar con mi carácter, que ya estaba harto de aguantarme como soy toda la vida, que me iba a quedar en soledad. Palabras tan crueles que me quedaron grabadas quizá de por vida, palabras que me duelen, y que me limitan en mi vida, de algún modo me predisponen.
Constantemente solicite su atención, de verdad quise contarle mis cosas, era un niño pequeño, quise atención y no la tuve, quería que jugara conmigo pero siempre estaba cansado, intolerante, molesto, ¿Qué tenia que hacer para que mi padre jugara conmigo? ¿Qué hice para que me regañara por todo?
Los regaños ya rayaban en lo ridículo, pero sus estragos fueron duros y duraderos, como ejemplo, una vez mi madre me compro un candado para mi locker, me regañó horrible, me venía gritando en el auto y agitaba el candado como si tuviera ganas de aventármelo en la cara, yo solo callaba, no era mi culpa haber elegido un candado defectuoso, solo tenía 7 años.
Ahora que tengo la terapia en Neuróticos Anónimos en Línea aprendo a intentar dejar el pasado atrás, aprendo a dejar de buscar culpables de lo que viví de niño y de mi neurosis actual para poder conocer la tranquilidad y dejar de vivir con tanto resentimiento. Gracias por el servicio, 24 horas.
Las palabras duelen más que los golpes