Hola mi nombre es Eduardo y soy neurótico. Cuántas veces he repetido esto, sintiéndome el más miserable de los mortales por encontrarme sólo, sin una novia, o incluso sin amigas o amigos con quienes compartir.
Nunca he sido muy sociable, la verdad, me ha costado mucho trabajo hacer amigos, salir en grupos como los demás, tener novias o relaciones de amigos con derechos como dicen en el facebook, la verdad es que siempre he sentido que no tengo lo que se necesita para poder hacer una buena amistad o una relación duradera.
Si soy sincero, yo siempre digo y a veces así lo llego a sentir, que no me gusta estar con la gente, que prefiero estar sólo, que la sociedad es hipócrita, falsa, que la verdadera amistad no existe, que la gente falla, que no hay nadie en quién confiar, que las relaciones apestan, que estoy solo por convicción…. pero la realidad, mi realidad, es otra muy distinta.
No me gusta la soledad en que vivo, nunca me ha gustado en realidad sentir que apesto, que las personas no me quieren o rechazan, que mis novias se terminan hartando de mi, ya sea por mis celos, o por lo excesivamente posesivo que soy cuando estoy con ellas. Sin embargo, no podía hacer nada por ello.
Antes de llegar al grupo hubo ocasiones en que me encerraba en mi casa por temporadas muy largas, meses y me atrevo a decir años. Sin salir a trabajar, sin relacionarme, sin una pareja. Sólo me la pasaba viendo televisión, leyendo, fumando y tomando café. Las únicas personas allegadas a mi eran mi familia, a quienes también ya tenía harto con mi manera de vivir, y me decían constantemente que yo tenía todo para salir a la vida, que no la perdiera encerrado. Que conociera gente, que saliera, que viviera mi vida, y yo me sentía incomprendido, muy incómodo por darme cuenta de alguna manera que tenían razón, y cómo explicarles que sabía que tenía todo, pero que había un vacío tremendo en mi, una incapacidad terrible para poderme relacionar con cualquier persona por más de una hora, que no sabía cómo moverme o qué decir.
Esta sensación se hacía más dolorosa aún al llegar a estas fechas, donde se respiraba en el ambiente amor y en todos lados no hacían más que hablar de esto. En la tele, en el radio, música romántica, venta de artículos para enamorados, las parejas en la calle, los globos en forma de corazón, los mercados atestados de rosas. Y yo solo.
Odiaba que enmarcaran este día que me hacía sentir exhibido, señalado, y dentro de mí el más solitario del mundo. En el fondo anhelaba tener una pareja, una vida tranquila y feliz, como yo veía al resto de la gente. Poder salir, relacionarme, ir de la mano de mi novia al cine o a cualquier otro lugar. Simplemente no podía, y me dolía darme cuenta de esa terrible incapacidad.
Cuando llegué al grupo de Neuróticos Anónimos en Línea descubrí que yo no era el único que había vivido esa situación. Pude a través de hablar de mí, como nunca antes lo había hecho, darme cuenta de todo el dolor que esto me ocasionaba, de que definitivamente no era algo que yo quisiera, pero que no había encontrado cómo cambiarlo. La verdad era que no tenía ni idea de que había algo mal con mis emociones, siempre pensé que era una mala jugada del destino, o que Dios me había mandado aquí para sufrir nada más 🙂
Hoy se que no es así. Tengo una enfermedad que es muy peligrosa si no se atiende a tiempo, pero con la terapia que recibo en el grupo he podido llevar una vida más útil y feliz. Gracias por el servicio, 24 horas.